La primera parte la encontrarás aquí: Re-evolución ( Parte 1)
_ ¡Va, va,
va!
Gael iba en
cabeza armado con un semiautomático XM110 para
limpiar cualquier objetivo en el patio del complejo; todo tranquilo. Lo seguíamos
Raam, Stella y yo, armados con un ASh;
fusil de asalto ruso de gran precisión y bastante polivalente, todas nuestras
armas iban incorporadas de silenciadores. Esperemos no tener que usarlas en
demasía.
El complejo estaba formado por tres edificios, dos
grandes laboratorios y el edificio principal, en donde se encontraban todos los
archivos y nuestro objetivo el NXE-01. Raam y Gael se encargarían de colocar
las cargas explosivas en los sendos laboratorios mientras que Stella se dirigiría
conmigo al edificio principal en post del objetivo.
_Luces fuera en tres, dos, uno… –nos comunicó Stella
comprobando su PDA-
Todo se quedó en una oscuridad inquietante, mientras
nos colocábamos nuestros dispositivos de visión nocturna.
_Doble fuego en tres y nueve. ¡Ya!-comuniqué- Cuatro
confiados guardias que salieron a la luz de la luna a comprobar el porqué del
fallo en la iluminación cayeron al unísono. Silencio, no había alarmas. Bien.
(Continua tras el salto)
El equipo se separó para comenzar la misión,
teníamos catorce minutos y veinte segundos para realizar el trabajo, ya que los
inhibidores tenían un límite de actuación y no podíamos camuflarnos más sin que
saltaran las alarmas del complejo y toda la misión se fuera al traste.
Escolté a Stella hasta el acceso principal en donde
se puso a hacer magia con el control de abertura de la puerta. Utilizando su
PDA y mediante programación inversa conseguiría el acceso al edificio.
Su cara se reflejaba con la tenue luz del aparato. Su
cabello era de un negro intenso, y sus rasgos poco pronunciados estaban libres
de marcas. Algo extraño para un soldado profesional, ya que la mayoría de
nosotros tenemos muchas historias que contar a través de nuestro cuerpo y
nuestra cara siempre retrataba algunas marcas de anteriores “encargos”. Era de poca altura, no mucho más que cualquier
mujer común, y su complexión muy delgada, casi esquelética diría yo.
_Listo, abierto-me susurró-
Estaba absorto con su peculiar belleza. Pero sus palabras
me hicieron volver a la realidad de nuevo, tenía que centrarme.
Me puse en cabeza de nuevo, y ligeramente fui
desplazando la puerta para poder adentrarnos en su interior. La sala principal
era enorme, con varias puertas en los laterales de la rectangular nave que la
conformaba. Había una recepción enorme al fondo del pabellón y estaba
flanqueada por dos grandes escaleras en semicírculo que desembocaban al piso
superior. En la oscuridad pude distinguir varias estatuas de mármol que
adornaban el edificio junto con unos lienzos surrealistas y varios sillones que
acomodaban el lugar. Nuestra misión se encontraba arriba había que moverse
rápido, miré el reloj, diez minutos.
_Fuego simple a las doce... ¡Bang! El guardia de
seguridad cayó desplomado contra el suelo de mármol a causa de un certero disparo efectuado por la fémina.
Subimos las escaleras, y nos topamos de frente con
una sala presidida por una gran fuente, decorada con una estatua de la diosa
Venus sosteniendo un libro en sus manos alzadas al cielo, en este, un mensaje. “In
God we trust”. Y a su vez el libro apuntaba al techo de la habitación en donde
un tragaluz decorado con la insignia de Arcontech, dejaba ver la luz
amarillenta de la tenue luna, ya completamente desnuda. A esta fuente la escoltaban tres puertas en
los alrededores del habitáculo. Avanzamos hacia el portón izquierdo y entramos.
_ ¿Quién anda ahí?- Mascullaba una temblorosa voz al
fondo-. Dos golpes de gatillo y la voz se apagó para siempre.
Teníamos el objetivo delante de nosotros. Se
encontraba en un recipiente de cristal con el nombre de Arcontech grabado, en
este se guarecía una cánula y un frasco de pequeñas dimensiones. Lo habíamos logrado.
Junto a él, el ordenador principal, necesitábamos esos datos.
_Descarga los datos -le dije a Stella- Voy a colocar
las cargas y salimos de aquí.
Dejé la habitación y coloqué cargas de C-4 por todo
el edificio, pero me guardé una última para colocarla en la estatua de la Venus
y su libro. Todo tranquilo, vamos a acabar con esta mierda y salimos
pitando-pensé-. Entré a la sala objetivo…
Stella no estaba. Ni el NXE-01…
_¡Suelta el arma!. -me dijo una voz a mis espaldas-
Mierda…
Continuará.....
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